Valentyna nació en 1983 en Zaporizhzhya, Ucrania, en una familia que no practicaba la religión debido a las fuertes presiones del comunismo. Sin embargo, desde muy temprana edad sintió un fuerte deseo de conocer a Dios. Su abuela, a la que estaba muy unida, le enseñó la oración del Padre Nuestro cuando era niña. La madre de Valentyna le apuntó en la Lotería que realiza el gobierno estadounidense para la asignación de visados, y siendo seleccionada, dejó Zaporozhye a los 18 años, para irse a Medford, Wisconsin. Lejos de su hogar y sabiendo muy poco inglés, pasó por momentos muy difíciles. Fue entonces cuando recordó la oración del Padre Nuestro que le había enseñado su abuela; esto le ayudó enormemente, y le llevó a un amor más profundo hacia Dios como Padre Misericordioso. En esa misma época, Valentyna comenzó a sentirse fuertemente atraída por la Iglesia Católica, a la que se unió en 2007. Esto despertó en ella un deseo cada vez mayor por convertirse en misionera, deseo que se vio colmado con la creación de la organización sin ánimo de lucro, Chalice of Mercy (Cáliz de Misericordia). Esta misión da a conocer a Dios como un Padre misericordioso que ama profundamente. Así mismo, a través de acciones concretas, Chalice of Mercy protege la vida de todos y su dignidad desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.